El artista y una máscara Holo usada para la ceremonia de iniciación Mukanda en el Kwango Kuilo del Congo. Foto: Oriol Tarridas
José Bedia

José Bedia

Desde este año, el Instituto Cisneros de MoMA dará inicio a un nuevo proyecto de investigación: Vinculando lo sagrado: corrientes espirituales en el arte latinoamericano y caribeño del siglo XX, 1920-1970. En diálogo con especialistas de América Latina y el Caribe, buscamos indagar sobre la relación entre el arte moderno y las espiritualidades de la región, con un especial interés en las tradiciones afro-diaspóricas, indígenas, ocultas, judías y católicas. Una serie de encuentros y publicaciones se realizarán a partir de este año.

Con motivo del inicio del proyecto, hablamos con el artista cubano José Bedia, quien desde los años 1980 ha sido una de las figuras más prominentes del arte de su país. El trabajo de Bedia refleja su interés por construir relaciones entre sistemas espirituales de la diáspora africana e indígenas. A la par de su carrera de cuatro décadas, Bedia ha sido un ávido coleccionista de arte autodidacta, ritualístico y ceremonial. Esta faceta poco conocida del artista cubano es el foco de esta entrevista.

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Julián Sánchez González: José, cuando visité tu colección por primera vez en 2020 hablamos de la manera en que tu obra y coleccionismo han estado entrelazados. Cuéntanos sobre este vínculo y de qué manera inició tu colección.

José Bedia: Mi obra y mi colección han estado juntos desde el principio. Esto sucedió de forma espontánea cuando empecé a estudiar arte, dado que, en aquellos años, me sentía inconforme con que la enseñanza artística estuviera orientada hacia la historia del arte occidental en todos sus aspectos. Las producciones artísticas de otras culturas no se mencionaban para nada, por lo cual me propuse proporcionarme con esta información y suplir este déficit. En un principio me enfoque en la arqueología indígena de Cuba, para pasar a la búsqueda de objetos etnográficos de África y Oceanía.

La colección de José Bedia en su casa en Miami

La colección de José Bedia en su casa en Miami

En tu colección convergen objetos artísticos y ceremoniales de diferentes culturas en un mismo espacio—tu hogar. ¿Cuáles han sido para ti los aprendizajes de vivir con estos objetos?

Tengo un método bastante único. Me interesa rodearme de objetos que considero en la misma sintonía artística de mi trabajo. Estos resultan apoyaturas visuales de mi tesis o propuesta, y también recibo su influencia de la manera más natural y cotidiana posible. Muchas veces, este vínculo no es estrictamente formal, sino que atiende a mantenerme cerca de recursos y soluciones que admiro. Esta colección funciona como una biblioteca de libros abiertos de manera permanente—están ahí frente a mí disponibles todo el tiempo.

Un Yakisekula o canasta de adivinación Chokwe

Un Yakisekula o canasta de adivinación Chokwe

José Bedia. Mamá Kalunga. 1992

José Bedia. Mamá Kalunga. 1992

En abril, como parte de la muestra Chosen Memories (Historias escogidas): Contemporary Latin American Art from the Patricia Phelps de Cisneros Gift and Beyond, tu trabajo Mamá Kalunga (1992) será exhibido en MoMA. ¿De qué se trata esta pieza y cómo podríamos relacionarla con tu colección?

Mamá Kalunga está directamente relacionada con las tradiciones Congas (Bantus) de mi país. La pieza es la mitad inferior del cosmograma del universo de los Congos, que atiende a todo lo que se encuentra por debajo de la línea de Kalunga (en este caso el horizonte), y corresponde al inframundo. Dos sirenas son representadas hundiendo un bote hasta el fondo del mar, donde vemos un gran cráneo humano. Las líneas concéntricas sugieren esta fuerza progresiva hacia abajo. Hay un texto escrito en español y kikongo (en caligrafía palmer) que menciona el derecho de la deidad del mar a adueñarse de todo lo que cruce sobre ella. También hay una referencia al destino de los inmigrantes que vienen por mar, y trágicamente desaparecen en la travesía.

Las máscaras—objetos que permiten alterar la percepción de uno mismo—ocupan un rol importante tanto en tu obra como en tu colección. ¿Qué nos podrían decir estas piezas sobre las discusiones actuales en torno a las políticas de la identidad?

A mí me resulta curioso que la mayoría de los objetos de mi colección sean tridimensionales y en gran parte máscaras, y que al mismo tiempo mi trabajo sea mayormente bidimensional. Siempre he sido un defensor del valor de estos objetos, no solo como patrimonio de un grupo específico, sino como patrimonio de la humanidad. Ya en este punto estamos todos envueltos, y, más allá de ser compilador o coleccionista, mi rol es divulgar estos valores e idealmente darles un hogar seguro. Esta es una de mis principales metas.

El artista y una máscara Holo

El artista y una máscara Holo

José Bedia. Dobles. 1994

José Bedia. Dobles. 1994

José Bedia. Reina de la Sabana. 2001

José Bedia. Reina de la Sabana. 2001

En enero, la segunda exposición retrospectiva de tu obra abrió en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey en México. En relación a esta muestra, quiero preguntarte sobre cómo ha cambiado tu relación con el arte que coleccionas a lo largo de tu carrera.

Yo no creo que haya habido cambios sustanciales. De hecho, la muestra se llama "Viaje Circular,” aludiendo a mi propio viaje a través de un eterno “inner circle” de ideas que, de vez en cuando, señalan hitos o puntos descollantes. En este caso, mi retrospectiva está apoyada por objetos tribales intercalados dentro de la muestra, ayudando al espectador a ver en qué dirección me dirijo.

La colección de José Bedia en su casa en Miami. A la izquierda, un traje de chamán de Mongolia

La colección de José Bedia en su casa en Miami. A la izquierda, un traje de chamán de Mongolia

Grupo de flechas votivas Cora para llamar la lluvia de Nayarit, México

Grupo de flechas votivas Cora para llamar la lluvia de Nayarit, México

Colecciones como la tuya juegan un papel importante en la preservación de saberes ancestrales presentes en América Latina y el Caribe. Como coleccionista, ¿cómo ves tu trabajo de cara a los debates actuales sobre repatriación de colecciones de museos?

Mi meta es ver todos estos objetos preservados y al alcance del público en una institución que los acogiera, aunque, por el momento, esto no está en mis manos. Además de ocuparme de mi propio trabajo, mis habilidades son muy limitadas. Esto requeriría un trabajo interdisciplinario en equipo.

En cuanto a posibles repatriaciones, no veo en mi colección algo que pertenezca a esta categoría. Por supuesto que ahora se ha abierto un debate sobre el derecho a la tenencia de muchos objetos que están en instituciones y museos. Por supuesto ha habido casos de expoliación y robo, pero esto no es cierto para cada objeto, por lo que habría que ir con cuidado sobre cada caso en particular.

De la misma manera, no podemos olvidar que si hoy conocemos de esas culturas, es porque alguien las trajo a un público que ahora las conoce y aprecia. Por regla general, muchos de estos objetos patrimoniales se han preservado en museos e instituciones alejados de sus lugares de origen. En el futuro, sería ideal que los territorios y países de dónde provienen las piezas les proporcionarán un hogar seguro. Lamentablemente, las condiciones para que esto suceda no han sido favorables hasta el momento.