Yeni & Nan. Integraciones en agua. 1981. Impresiones instantáneas en color (Polaroid), 11 × 55 9/16" (28 × 141.2 cm). The Museum of Modern Art, New York. Donación de Patricia Phelps de Cisneros a través del Latin American and Caribbean Fund en honor de Mauro Herlitzka. © 2022 Yeni & Nan

Desde 1977 hasta 1986, el dúo artístico Yeni y Nan (Jennifer Hackshaw [Yeni, n. Caracas, 1948] y María Luisa González [Nan, n. Caracas, 1956]) trabajó en Venezuela e Inglaterra, experimentando con performance y video en el marco de una escena artística venezolana abocada a la investigación del arte conceptual. Trabajando con sus propios cuerpos, el dúo hizo obras que tratan sobre la coexistencia de los seres humanos con la naturaleza, desafiando los límites del espacio, imaginado o real. Actualmente, Yeni Hackshaw vive y trabaja en Salamanca, España, y Nan González vive y trabaja en Caracas, Venezuela.

En esta entrevista, las artistas conversan sobre dos de sus proyectos. Integraciones en agua [Integrations in Water] (1981), realizada en múltiples ocasiones, está compuesta por una performance en vivo durante la cual las artistas permanecieron dentro de una bolsa transparente y llena de agua. Autológica: Agua + Aire [Autologous between Water and Air] (1981) es un video de dos canales, uno de los cuales muestra a Nan sumergida y nadando en agua, y otro donde se ve a Yeni frente del mar, moviendo su cuerpo con el aire. Además de la performance en el caso del primero y el video en el caso del segundo, las dos obras incluyen Polaroids tomadas de las acciones. Conversando sobre los aspectos duracionales e inmanentes de sus colaboraciones, Yeni y Nan nos comparten sus perspectivas sobre los procesos multifacéticos de sus obras; sobre la importancia de aprender de la vida y la memoria celular que lleva el cuerpo.

Esta conversación forma parte de Giving a Body to Time [Dando cuerpo al tiempo], una serie de entrevistas con artistas latinoamericanas cuyas obras llegaron al MoMA en 2017 como parte de un grupo de 90 obras de arte contemporáneo donadas por Patricia Phelps de Cisneros. Con un título que cita una frase de la artista brasileña Jac Leirner, la serie se centra en obras de las décadas 80 y 90 que trabajan sobre el cuerpo a través de prácticas experimentales y conceptuales, desafiando los parámetros de los medios artísticos tradicionales. Dando cuerpo al tiempo es la tercera serie de entrevistas que forman parte de una investigación a largo plazo sobre la donación Cisneros al museo.

This interview is also available in English.

Yeni & Nan. Integraciones en agua I. 1981. Performance en la Galería de Arte Nacional, Caracas

Yeni & Nan. Integraciones en agua I. 1981. Performance en la Galería de Arte Nacional, Caracas

Madeline Murphy Turner: Yeni y Nan, es un placer tener la oportunidad de conversar con ustedes. Me gustaría comenzar por hablar sobre Integraciones en agua. ¿Podrían explicar la base del proyecto y las ideas que lo nutrieron?

Nan González: Empezamos a hacer Integraciones en agua buscando una analogía con el nacimiento, con lo amniótico, con lo que significa el agua para el ser humano. Empezamos a investigar sobre ese tema y, hablando entre las dos, decidimos que sería bellísimo representar un nacimiento, un nuevo comienzo. Así empezó todo el proceso de colgar las bolsas con las Polaroids adentro, y hacer una investigación a través de las Polaroids para lograr todos los matices. Siempre fue primero la integración de la Polaroid para realizar luego el proyecto.

Elise Chagas: Integraciones en agua ha tenido una multitud de vidas. ¿Podrían comentarnos sobre las diversas versiones de esta obra?

Yeni Hackshaw: Integraciones en agua es uno de los trabajos más largos que hemos realizado. Hicimos la primera versión en la Galería de Arte Nacional de Caracas en 1981, y a raíz de esa presentación vino la segunda que se llamó Integraciones contemplativas.

En la primera Integraciones en agua usamos una sola bolsa de plástico transparente donde nos metimos las dos. Después hicimos Integraciones contemplativas, donde estábamos separadas cada una en una bolsa distinta. También presentamos Integraciones contemplativas en la Galería de Arte Nacional en 1981, y luego la llevamos a la 16a Bienal de São Paulo ese mismo año. En la Bienal de París en 1982, hicimos una segunda versión de Integraciones en agua— fue en una bolsa gigante las dos. Siendo la misma performance, nunca era exactamente igual.

Yeni & Nan. Integraciones contemplativas I. 1981. Performance en la Galería de Arte Nacional, Caracas

Yeni & Nan. Integraciones contemplativas I. 1981. Performance en la Galería de Arte Nacional, Caracas

MMT: Los procesos de investigación y experimentación parecen ser muy centrales en su práctica artística ¿Cómo hicieron la preparación y las pruebas para Integraciones en agua?

NG: Durante el proceso de investigación, Yeni daba una idea, yo daba otra y se empezaba a conjugar todo de una manera muy fluida, directa y espiritual. Hicimos la primera prueba y la filmamos nosotras mismas. También preparamos todos los proyectos en dibujos.

Yo vivía en una casa en un campito que tenía un jardín extraordinario, y ahí nosotras dos solas montamos pequeñas bolsas de plástico con Polaroids adentro e hicimos pruebas de la performance con fotografía. Fuimos haciendo pruebas muy sencillas, y después continuábamos investigando en lo que estábamos haciendo. Luego, veíamos detalles de cada posición del cuerpo y las manos.

La performance fue extraordinaria. Cuando se está en vivo haciéndolo, uno siente que el artista desaparece y es el ser, la energía del alma la que empieza a surgir y dibuja toda una evolución. Esto implicó toda una organización, que se puede ver en un registro en video que hicimos.

Yeni & Nan. Integraciones en agua. 1982. Umatic VHS transferido al video digital. Performance en la GAN (Galería de Arte Nacional), Caracas, 1982

Yeni & Nan. Integraciones en agua. 1982. Umatic VHS transferido al video digital. Performance en la GAN (Galería de Arte Nacional), Caracas, 1982

EC: ¿Podrían comentarnos la importancia de las Polaroids en la performance?

YH: La Polaroid era uno de los medios que nosotros siempre utilizábamos, incluso para las presentaciones y las instalaciones. Las mismas fotografías formaban parte del performance. Cuando hacíamos performance también colgábamos las Polaroid individuales en bolsitas que estaban rellenas de agua. El mismo público también jugaba y manipulaba esas Polaroid en el agua, como sucedió en la Bienal de São Paulo y en la Galería de Arte Nacional.

NG: Los espectadores abrían las bolsitas donde salía el agua, todo ese líquido amniótico y se llevaban las Polaroids. Después de mucho tiempo nos dimos cuenta que mucha gente tenía las fotos en su casa.

En la cámara, con la definición de la luz, íbamos bajando el diafragma e íbamos viendo toda una secuencia interesantísima, de luz a oscuridad, con la imagen apareciendo y desapareciendo. Eso nos interesaba muchísimo, la permanencia en la imagen. La Polaroid es extraordinaria. Hemos hecho una cantidad de ejercicios: la hemos expuesto al calor, al frío, al agua, al hielo para ver qué pasaba. Al final, comprobamos que se mantiene. Para poder modificar una Polaroid lo que se podía hacer era abrir un huequito para que entrara aire, entonces se empezaba a oscurecer y conformaba una mancha.

Yeni & Nan. Integraciones contemplativas. 1982. Polaroid SX70. Instalación en la Biennale de Paris, Grand Palais, 1 de octubre de 1982

Yeni & Nan. Integraciones contemplativas. 1982. Polaroid SX70. Instalación en la Biennale de Paris, Grand Palais, 1 de octubre de 1982

MMT: ¿Se acuerdan de su primera conversación sobre arte?

NG: Fue en la escuela de arte Cristóbal Rojas de Caracas en 1976, el año en que nos conocimos. A partir de ese momento, el tema siempre fue la creación. Ese mismo año, salimos a Londres y no regresamos a Caracas hasta 1980. Fue más importante lo que vivimos y la relación de nosotras dos en el arte que lo que estudiamos. Esa es la verdad, porque no usamos nada de lo que estudiamos.

YH: Nos conocimos y deseábamos lo mismo. Éramos jóvenes, a pesar de que yo tenía tres hijos, y nos fuimos a Londres, con mis tres hijos y con Nan. Pero todo fluyó tranquilamente, la vida fluía, y los niños compartiendo con nosotros. Es así la vida, cuando vives en tu verdad, todo fluye, todo sale.

MMT: En algunas de nuestras conversaciones anteriores, hicieron referencia a su interacción con el mundo del arte en Londres a finales de los años 70. Hablaron de Nam June Paik, Bill Viola y Gary Hill, entre otros. Me gustaría saber más sobre sus experiencias en el extranjero. Además, me pregunto, ¿Cómo era la circulación de ideas entre Europa Occidental y Venezuela en aquellos años?

NG: Nosotros estábamos en Europa y estos eran artistas que investigábamos, que nos gustaban muchísimo. Por lo menos Bill Viola, era super importante para nosotras, Nam June Paik también por los monitores, la imagen, el video. Encontramos un mundo tan extraordinario en ese sentido que lo agarramos, pero también nos encerramos a producir. No puedo decirte que teníamos un bagaje enorme de artistas de los que nos nutríamos. De hecho, nos empezamos a nutrir de la vivencia, de la vida propia que estábamos llevando. En Londres empezamos las obras Nacimiento 1 y Nacimiento 2 (1979), hicimos trabajos con Polaroids, estudiamos el cuerpo.

Yeni & Nan. Autológica: Agua + Aire. 1982. Umatic VHS transferido al video digital

Yeni & Nan. Autológica: Agua + Aire. 1982. Umatic VHS transferido al video digital

EC: Siguiendo con Autológica: Agua + Aire, ¿cómo llegaron a la concepción de la obra y cómo se vincula con Integraciones en agua?

YH: Después de Integraciones en agua, deseábamos fundirnos directamente con los elementos de la naturaleza. En Autológica: Agua + Aire, Nan es agua, yo soy aire. Sentíamos la necesidad de salir del museo, porque en las obras anteriores siempre habíamos trabajado en instituciones. Para mí era como una entrega poética, porque se trataba de esa necesidad de salir a la naturaleza.

NG: Acuérdate, Yeni, que toda tu vida has hecho T’ai chi ch’üan. Tu estabas moviéndote en esos espacios, involucrándote conceptualmente en ese aire maravilloso, dándole un giro a la estructura que delimitaba un área de espacio. Y hay otra parte, yo, en el agua. En una piscina de la Universidad Simón Bolívar aparece una sillita sola, y luego yo me siento en la sillita y siento el espacio que me está atrapando. Todo el lenguaje corporal es la salida, es como una danza cósmica dentro del agua, en un reconocimiento.

EC: ¿Cuál es el significado de la silla y la estructura en forma de un cubo en Autológica: Agua + Aire?

NG: El cubo delimita un espacio, modifica un área. Hay una naturaleza, un espacio que estamos cambiando y rompiendo. Es una danza, una modificación del espacio.

Ese cubo lo hemos llevado a todos lados. Lo hemos metido dentro de la salinas, ha estado en espacios abiertos, ha estado en autopistas, en montañas. La silla es el punto de partida para la salida, o ya saliste y ya no importa, se queda ahí sola. Yo la desaparezco, Yeni la deja, como se ve en los videos.

MMT: Es muy fuerte esta idea de usar la geometría para no solamente marcar un espacio, sino para romper la naturaleza. ¿Por qué les interesaba el tema de la naturaleza?

NG: Antes de conocernos, ambas ya trabajábamos con la naturaleza. De hecho, yo nací en un sitio, en una montaña que se llama Pipe. Yo era una niña de la naturaleza.

YH: Hay que recalcar algo muy bonito y es que Venezuela tiene una naturaleza increíble. Entonces desde muy joven, desde muy chiquita, tú estás completamente compenetrada con esa naturaleza, vayas a donde vayas. Hay una naturaleza muy rica y eso lo tienes adentro.

MMT: ¿En ese momento había mucha conversación entre los artistas en el mundo de arte de Caracas sobre la naturaleza o relaciones entre ella y los humanos?

NG: Había muchísima conversación sobre los trabajos de performance. No muchos trabajábamos con la naturaleza.

YH: Éramos muy especiales todo el grupo de artistas venezolanos, porque éramos muy unidos. Pero cada uno trabajaba de forma individual.

EC: ¿Cómo era la escena artística en Caracas en los años 80?

NG: Era muy abierta. Había mucho movimiento. Hacíamos exposiciones colectivas, performance en festivales y en la Galería de Arte Nacional, el Museo de Bellas Artes, en las plazas. Héctor Fuenmayor era generalmente pintor. Antonieta Sosa que es una artista extraordinaria, era muy cercana a nosotras. Con Pedro Terán, un artista conceptual muy bueno, nos encontramos en Inglaterra. A Diego Barboza también lo conocíamos, era un gran artista conceptual. Era un movimiento artístico con obras diferentes, pero nos reuníamos, hablábamos, conversábamos, compartíamos, inventábamos.

Siempre hemos tenido una asistencia enorme de instituciones en Venezuela. Las primeras personas que nos abrieron las puertas fueron Sofía Imber en el Museo de Arte Contemporáneo y Manuel Espinoza en la Galería de Arte Nacional.

MMT: En nuestras conversaciones anteriores, ustedes enfatizaron que no se declararon comprometidas con las ideas del feminismo. Pero me gustaría que nos hablaran sobre la red de artistas mujeres en Caracas en ese momento. ¿En esa época el mundo del arte de Caracas era accesible y abierto a las mujeres?

NG: No éramos muchas artistas mujeres. Y la verdad es que el movimiento feminista en Venezuela no era importante. Sabíamos lo que significaba, pero nunca fue importante para nosotros. Todo lo contrario, siempre tuvimos apoyo de todas las instituciones. Generalmente había más artistas hombres. Éramos muy pocas las mujeres que estábamos haciendo obra, pero no hubo ninguna diferencia. Siempre tuvimos la oportunidad de fluir, de generar un trabajo continuo durante trece años.

Yeni & Nan. Transfiguración elemento tierra. 1983. Umatic VHS transferido al video digital. Registro de un performance en la Sala Mendoza, Caracas

Yeni & Nan. Transfiguración elemento tierra. 1983. Umatic VHS transferido al video digital. Registro de un performance en la Sala Mendoza, Caracas

MMT: En proyectos como Integraciones en agua y Autologica: Agua + Aire, entre otros, ustedes se sometieron a condiciones muy duras— meterse en el agua por mucho tiempo, cubrir el cuerpo con arcilla. Me hace pensar en la historia de artistas que someten su propio cuerpo a situaciones extremas, de Marina Abramović a Regina José Galindo. Pero veo algo distinto en sus proyectos, como si la resistencia del cuerpo no necesariamente estuviese respondiendo a la violencia. ¿Cómo entienden esta resistencia del cuerpo en el contexto de su trabajo?

NG: Soportabamos cosas que agotarían a un cuerpo normal y una persona normal. Incluso durante el proceso para Transfiguración elemento tierra (1983), estuvimos horas con la arcilla sin parpadear, mientras que todo el rostro se iba transformando en una cosa extraordinaria. Además, estaba también todo lo que eso conllevaba: el humo, la tierra, el grito primario.

Todo lo que hicimos fue una obra contundente de aprendizaje, de recordar, de abrir la memoria celular. Yo digo que llegó un momento en el que la memoria celular se empezó a abrir, y empezamos a entender todo lo que teníamos que hacer, y todo eso a partir de una formación académica clásica. Ninguna se metió en arte conceptual o la performance, en esa época no existía. Teníamos que investigar nosotras mismas, hacer estudios intensos de lo que veíamos y de lo que sentíamos, de la naturaleza, del país que estábamos pisando, de lo que estabamos viviendo, con lo cual formábamos esos trabajos.

EC: Al hablar de la memoria celular, me gustaría saber si para ustedes cada obra se encuentra conectada. Es decir, ¿cómo entienden la relación de toda su obra de esa época con su obra más reciente?

NG: Yo creo que es un proyecto de vida absoluto. El proceso de Yeni y Nan duró una cantidad de años pero la obra sigue vigente porque fue un proyecto que sigue el proceso interno de la vida. Yo no he parado de trabajar, estaba metida buscando respuestas a través de la memoria celular, y me las han dado, y he logrado conseguirlas en lugares insólitos. Las imágenes y las respuestas que creo que vine a buscar desde que nací. Porque todo lo que hemos estudiado y lo que hemos investigado a la hora de hacer el trabajo de ambas individualmente continúa siendo algo que no está en un estudio, no está en un libro. Está en una percepción que se abre como una memoria, es la memoria celular.

MMT: En ese sentido, al pensar en el proyecto de Yeni y Nan como un proyecto de vida, al pensar en la memoria celular, el cuerpo está completamente marcado por la historia que llevan juntas.

NG: Absolutamente. No es una cosa mística. Es una cosa que viene más allá, que viene del cosmos, que viene de lo que fuimos, porque aquí estamos transitando con un cuerpo para ser el performance de la vida. El cuerpo es una performance en sí mismo. Cada arruga es una línea de un mapa, cada sentimiento te va marcando un cuerpo que es parte de una performance, para después liberarte. Puedes pasar una hora viendo un gusanito caminar y no solo estás viendo el gusano, estás viendo la huella que te dejo el gusano, estás viendo lo que significa eso, inclusive plásticamente. Una macro obra en un segundo de tu vida que estás respirando y tienes la posibilidad de ver. Eso lo hemos conversado durante todos estos años.