NARRADOR: Curadora Ann Temkin.
ANN TEMKIN: Esto es Aasgaardstrand, que es un centro turístico y aldea de pescadores en Noruega donde Munch solía pasar los veranos.
Lo que se aprecia es una imagen de una mujer en primer plano con las orejas cubiertas, pero si miran todas las mujeres en fila a cierta distancia detrás de ella, ellas también se están cubriendo las orejas.
Probablemente las están protegiendo contra los fuertes vientos. Y a juzgar por los árboles inclinados delante del edificio en el centro, hay un viento bastante espeluznante.
Y pienso que lo principal que expresa La tormenta es que Munch tiene la idea de una persona aislada. Y una comunidad de otros; aquí, se trata de cinco o seis otras mujeres. Se percibe la sensación de Munch viendo el mundo a través de los ojos de alguien que está contrapuesto a una comunidad de la cual no forma parte.
Para Munch, la vida estuvo mucho más llena de tragedia que para el hombre promedio, por empezar con la muerte de su madre cuando él era muy pequeño; por eso, por un lado, sí, hay mucho de la propia historia de sufrimiento y de tragedia de Munch. Por otro lado, es sumamente emblemático de este período de la década de 1890 en toda Europa, cuando hubo un cambio real en la psiquis donde había tenido lugar la revolución industrial. En la década de 1890, muchos artistas estaban experimentando con la idea de una imagen que en verdad se pintaba no para ilustrar una realidad externa sino una interna. Y él, como muchos de su generación, se alejó de la idea de que el color es algo que se usa para describir el aspecto que tiene el mundo. En cambio, pensó en el color como un vehículo para transmitir un estado de ánimo, para crear una atmósfera expresiva.